miércoles, 17 de julio de 2013

Encuentros Inconclusos I



Mi primer encuentro con èl fue en Estambul en una cabina de peepshow. Llegué por curiosidad a alimentar mi sentimiento voyerista.
En estas cabinas uno va y pone una moneda o billete y te abre una mirilla por el tiempo que has pagado.
Cuando la mirilla se abrió vi un tipo de pelo chino caminar hacia el centro de la habitación. En un sillón estaba una  mujer pelirroja desnuda con cara de sorpresa y ansiedad esperando por él.
El tipo sin mucho ritual empezó a desvestirse, le jaló el pelo a la pelirroja levantándola del sillón. Él tomó el lugar de la chica ya sin ropa, con una erección de miedo; echó la cabeza hacia atrás y con el pelo de la chica todavía en sus manos la hincó al frente suyo. Ella le empezó a morder las rodillas y le lamía las piernas. Yo no sentía lo que aquella mujer sentía pero parecía que sí podía oler (o me imaginé oler) aquella escena, podía adivinar el olor a ajenjo de él y el perfume dulce de ella.  Alcancé a escuchar que el hombre le decía algo pero no identifiqué que era. Sin voltear a verlo la chica se metió al hombre de un solo golpe, sin mediar cariño la chica se dejó penetrar por la boca. La devoción de la chica era indescriptible.  Distinguí algo cómo un maullido y la chica sacó de su boca un hilo de saliva que él recibía en su mano y se la ponía en la cara con el pretexto de acariciarla. Aquellas bocanadas eran magistrales, yo misma estaba moviéndome al ritmo del vaivén de la cabeza de la chica.  Él le acariciaba el cuello, la nuca, las orejas, le revolvía el cabello y de vez en vez le empujaba la barbilla con una de sus piernas.
De pronto la mirilla se cerró y yo cómo pude saqué un billete porque no quería perder detalle de lo que ocurría adentro. Era obvio que a aquel tipo le gustaba tanto ser mamado cómo a la chica mamar. Al abrirse la ventana la mirada del hombre se clavó en la mía, me puse nerviosa porque había algo en la mirada de él que me invitaba a entrar y hacer de aquello una celebración multinacional. Me desabotoné la blusa y mi escote quedó al descubierto y en un instante cómo si hiciera una invitación nerviosa. Mi mirada viajó más allá de la piel de las mejillas de la chica, podía sentir mi propia boca haciendo vacío, restregando la lengua, dejando abrillantar mis labios con saliva. Adiviné la presión de los labios, el ligero roce de los dientes, y la lengua paseándose junto con la existencia de aquel hombre  por cada rincón de mi boca. El tipo sin dejar de mirarme a los ojos terminó en la boca de la chica que lo recibía a gatas dándose cuenta de que ya había alguien más adueñándose del momento.
Él le apartó la boca y se la tapó de inmediato obligándola a  tragar. La cara del tipo dibujó un gesto extrañísimo; entre dulzura, placer y asco. Se cerró la mirilla y yo troné mis últimos tres euros para seguir mirando. En lugar de abrirse la ventana se abrió la puerta y la mirada del hombre a medio vestir  se encontró con la mía. De reojo alcancé a ver el rostro de la chica; una carita húmeda y brillante, con perlas de saliva que parecían darle un tono dorado en la piel blanquísima. El rostro de él era indescriptible, sus ojos plateados, el sonrojo de sus mejillas y sus labios (que apuesto que los estaba mordiendo), los mechones de cabello pegándosele al cuello con el sudor y aún con eso parecía no estar agitado; la media sonrisa que regalaba socarronería, su nariz y en general sus facciones que me hacían pensar  que al igual que yo era un extranjero rompiendo las leyes en un lugar de corrupción de almas. .“Debiste entrar” me dijo al oído medio mordisqueándomela oreja mientras un dedo húmedo (desaliva y sémen, apuesto) bajaba de mi barbilla hasta el centro de mis senos. Su voz me hizo polvo y no supe que decir; me quedé ahí parada queriendo tumbar al hombre en el piso  de la cabina y seguir con el trabajo de la chica pero se escapó  de ahí sin voltear a mirarme... algo dentro de mí me decía que este tipo se las traía puestas a todas, desde la argentina hasta la marroquí.

4 comentarios:

  1. Qué rico! Me recordó un poco la película "Delta de Venus". Muy bueno.

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  2. Me gustó el relato. Me gustaría saber de dónde eres.

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  3. Guru, eres única hermanita.
    Gracias por este relato. Te amo bruja pornográfica.

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  4. Troya, no he visto la pelìcula, tendràs alguna liga?
    Selenio! Vivo en Mèxico.
    Canelita-hermanita-brujita. Te amo <3
    Gracias por sus comentarios, me han sonrojado.

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