jueves, 29 de agosto de 2013

Una mujer interesante: Lou Andreas-Salomé



"Un hombre escribió de Lou Andreas-Salomé: “Había algo aterrador en su proximidad. Lo miraba a uno con sus radiantes ojos azules y le decía: La recepción del semen es para mí el colmo del éxtasis. Tenía un apetito insaciable de él. Era absolutamente amoral, un vampiro”. El psicoterapeuta sueco Poul Bjerre, una de sus conquistas posteriores, escribió: “Creo que Nietzsche estaba en lo cierto cuando dijo que Lou era una mala mujer. Mala, no obstante en el sentido goethiano: mal que produce bien. Quizá haya destruido vidas y matrimonios, pero su presencia era excitante.”

"Ahora que escribo de Lou Andreas-Salomé me veo reflejado en su historia, muchos de nosotros hemos tenido la oportunidad de enamorarnos de un código como lo era ella, ese arquetipo que se repite en diferentes recipientes en las que la clave de su poder se encuentra en su ambigüedad y su naturaleza indomable. Es preciso comprender que mujeres como ella vienen al mundo a inspirar, no a ser atrapadas; el sufrimiento que causaba era por el constante deseo de sus parejas por intentar encadenarla, cuando debieron entender que la provocación no era meramente sexual sino totalmente creativa."

http://avantsex.com/lou-andreas-salome-la-dandy-masculina/

"Lou Andreas-Salomé, personaje enigmático para la actualidad pero muy famoso en su época tanto por su obra como por su agitada vida personal; vive de 1867 a 1931, fue amiga e interlocutora de Nietzsche, Freud y el poeta Rainer María Rilke, los cuales la trataban como su igual debido a sus probadas capacidades intelectuales como filósofa, psicoanalista y literata. Escribe al menos 200 obras entre novelas, ensayos de filosofía y artículos psicoanáliticos."

http://lou-andreas-salome.blogspot.com/

"¿Quién se acuerda hoy en día de la escritora Lou Andreas Salomé? Para muchos el nombre Lou Andreas Salomé simplemente está asociado inmediatamente con el filósofo alemán Nietzsche. Otros, quizás, también puedan recordar su relación con el poeta Rainer Maria Rilke e imaginar el idílico viaje que ambos hicieron juntos a Rusia. Incluso puede que otros -los más aficionados a encontrar nexos entre escritores, pensadores y artistas-, acaben encontrando lazos comunes de amor y amistad, o inesperados hilos conductores como si la historia del pensamiento y el arte se encargara por si misma de poner en orden y en contacto a diversos personajes para hacerles participar en un entramado de acciones que conducen inevitablemente a la realización de una obra que más tarde será entendida por los ojos de espectadores de generaciones futuras... Desgraciadamente, lo primero en lo que se piensa no es en ellas o en sus obras sino en tal relación amorosa con tal o cual celebridad, es decir: o se las considera amantes “incomprendidas” o se las destaca por una determinada capacidad especifica -un gran talento por desarrollar- que quedó destruido por la figura del genio con quien tuvo la oportunidad de compartir su vida. De este modo se intenta comprender toda su verdadera relación intelectual únicamente desde un punto de vista secundario como si toda su potencialidad artística o creadora hubiera quedado de algún modo anulado en la historia misma."

http://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero30/lasalome.html

"En una sociedad que se jacta de ser cada día menos machista, y que intenta educar a sus jóvenes en  los principios de igualdad y respeto a las mujeres, éstas prácticamente no existen en los libros de texto, lanzándonos al inconsciente el claro mensaje de que todos los protagonistas de la historia, (genios, pensadores, políticos, etc.) han sido hombres, y que las mujeres no han pensado, inventado, o tomado decisiones hasta ahora. Lo mismo sucede con la asignatura de filosofía, ya que aunque ha habido grandes pensadoras a lo largo de la historia, es necesario  ir a una librería feminista para descubrir quiénes fueron estas mujeres."

"Lou Salomé fue una mujer de voluntad férrea,  que permaneció virgen hasta entrada la treintena (según ella misma afirma, Rilke fue su primer amante, cuando ella contaba con 36 años y él tan sólo 22). Su infancia, rodeada de sus hermanos, todos varones, la enorme influencia de la figura de su padre y sus ganas de aprender y de ser tratada por sus colegas masculinos como una igual, seguro influyeron en su forma de relacionarse a través de su cuerpo con los hombres hasta su encuentro con Rilke. Para Lou, el sentido de la libertad era el desarrollo de la propia personalidad, y esta idea no encajaba con el concepto de matrimonio, ya que para Lou éste suponía que la mujer debía renunciar a su desarrollo intelectual y supeditar su personalidad a la de su marido (como hizo su madre). A pesar de esto, matrimonio era lo que los hombres que la conocían, trataban con ella (y solían quedar irremediablemente fascinados, no tanto por su físico, sino por su brillante intelecto) le proponían constantemente, para disgusto de la propia Lou “¿Qué les pasa a los hombres? ¿Son incapaces de sentir amistad hacia una mujer, sólo saben ser amantes o esposos?”. Así pasó con la mayoría de los hombres que Lou conoció, y es curioso que el hombre que finalmente logra hacerla su mujer, el orientalista Andreas, nunca pudo consumar el matrimonio con Lou porque ella siempre se negó. Y no es que Lou tuviera ningún tipo de trastorno sexual, como demostrarían sus futuras relaciones con sus amantes, y como sugirió Nietzche, que la acusó de padecer “atrofia sexual”, seguramente a causa del despecho, ya que su amor por
Lou y sus repetidas proposiciones de matrimonio, siempre amablemente rechazadas, le llevaron al borde de la locura (Muchos allegados al filósofo sospechaban que su Zaratustra es una consecuencia de su desamor con Lou). Seguramente, el hecho de tener un matrimonio alejado de la idea convencional del mismo, y poder mantener relaciones sexuales con la persona que ella elegía en cada momento, hacían que Lou se sintiera libre; Lou no podía ser fiel a nadie, porque no podía dejar de ser fiel a sí misma. Una frase de la propia Lou que define muy bien su  manera de entender la vida  es: “No soy capaz de vivir según modelos, ni nunca podré servir de modelo a nadie, en cambio, estoy segura de que moldearé mi vida a mi modo, sean cuales sean las consecuencias."

http://www.investigartes.com/inicio/index.php?option=com_content&view=article&id=64:lou-andreas-salome-mujeres-pensadoras&catid=37&Itemid=73

miércoles, 28 de agosto de 2013

"La verdad sobre ser una zorra", Artículo de Stefanie Williams

"Yo soy una zorra. Una zorra muy puta. Eso dice un montón de gente. La gente que lee mi blog y no está de acuerdo con su premisa. Gente a la que no le gusto. Mujeres que piensan que el sexo es asqueroso. Chicos que buscan una chica que puedan presentar a sus madres y piensan que como yo hablo abiertamente sobre sexo, no me gustan las cenas familiares o las madres."

"Hay muchas razones por las que piensan eso. Me he acostado con un par de chicos. Más de 10. Más de 20. ¿Quieres seguir adivinando? He escrito mucho sobre mi vida sexual. He compartido historias personales porque pensaba, y pienso, no solo que escribo bien, sino que era una buena historia. Una que todavía creo que tendrá un final feliz en algún momento de todo este drama de emails de odio que incluye una nota en el parabrisas del coche de mi madre que decía: "Espero que estés orgullosa de la puta que has criado.""

"Me niego a pedir disculpas por ser una zorra y escribir sobre ello si consigo que una chica en este país no se siente en un cuarto oscuro y diga "quiero morir" mientras la gente le llama puta. Para recordarle a todo el mundo que las zorras hacen buenas cosas. Hacen deporte y ganan premios y ayudan a los enfermos. Ganan elecciones y juicios. Quieren a sus familias. Son buenas amigas que trabajan como voluntarios en refugios de animales y envían paquetes a los soldados en el extranjero. Le dan al indigente del que todo el mundo pasa diez dólares. Y no lo hacen para que les perdonen ser unas putas cachondas. Lo hacen porque son buenas personas."

http://www.huffingtonpost.es/stefanie-williams/la-verdad-sobre-ser-una-zorra_b_3795584.html


martes, 27 de agosto de 2013

2/a entrega



Sobre la puerta de la entrada de tu casa se encuentra una pincheta con una rodaja de manzana y un papelito que dice, que las rebanadas de manzanas las tendrá que comer e ir siguiendo las instrucciones de los mensajes.
Entra a la casa, pone sus llaves en el lugar habitual, coge una segunda rebanada y la truena entre sus dientes para romper el silencio y avisar de su llegada. Se quita la chaqueta y se acerca al aparato de música para comer una tercera rebanada. Pone algo (lo que sea) y se va a la habitación a desvestirse (ilusamente el pensaba encontrarla a ella en la habitación). Con una exaltación en el ánimo toma una rebanada más de manzana que descansa sobre la mesa de la ropa. Sale de la habitación descalzo, atraviesa el pasillo y entra en la cocina. Sobre la mesa descansa una tetera llena de infusión de nurite, pero el coge sólo la rodaja de manzana y el papelito. Lo lee, saca copas y una botella de vino tinto. Sin dudar entra a la biblioteca y se encuentra con ella metida en un vestido ligero color marfil descansando sobre su sillón de lectura. El viento que entra por la ventana completamente abierta la despeina, y las últimas luces del día le iluminan lo justo para distinguir que libro apunta su dedo.
Él deja la botella y las copas, sirve una para ella y se la entrega junto con el libro ella abre una pagina cualquiera y empieza a leer. Se recuesta sobre el sillón y levanta una pierna apoyándola sobre el descansabrazos. Lee en voz alta tratando de armonizar con la música que se escucha en la sala de la casa. Él, mientras tanto, va dibujando con sus dedos un camino de gotas de vino, primero sobre los pies, luego las piernas de ella; se inca ante la entrepierna de ella y le respira tratando de reconocer ese olor primitivo. Él rescata una rebanada de manzana, la mete al vino para sazonarla y con un gesto de dulzura la sumerge en la entrepierna de ella. Su respiración se detiene, sus palabras se detienen. Él se pega al sexo de ella sosteniéndole el alma e inundandola de placer. Ella sintiendo que cada bocado de manzana que el toma de su sexo es como si le arrebatara una respiración atina empujarlo con el pie cuando ya no queda nada más por ser devorado dentro de ella. Él cae de espaldas sobre la alfombra, ella avienta el libro a un lado y gatea sobre sus piernas  para alcanzar su sexo que desafiante apunta al cielo. Ella con la más sincera de sus devociones se inclina para tomarlo en sus labios comiéndole sin piedad.  El le jala dulcemente el cabello, la obliga a montarse en él mientras le da de beber de su copa, que entre tanto movimiento hace una lluvia sobre sus cuerpos. Los gritos de ella son cantos de sirena, capaces de hechizar a cualquier escucha que se finja dormido. Ella toma por la cintura “muévete”. Ella como un canto que envuelve el aire siente que él riega en sus entrañas luces de bengalas que salen por la ventana de la biblioteca.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Mis tetas y yo


Este buen artículo recomiendo leerlo varias veces. Aquí les dejo varios extractos.

"Las tetas es un tema que todo el mundo quiere tocar, pero poca gente lo hace desde la honestidad. Las revistas te dan tips para sacarles partido, tus amigos se sientan a valorarlas, los políticos buscan legislar sobre la teta, las redes sociales directamente la prohíben, la asociación contra el cáncer te advierte de sus riesgos, y los cirujanos de la ley de la gravedad."

"La mujer que se exhibe traiciona ese pacto. Salir en tetas es hacer uso de tu bomba atómica cuando todos los demás guardan las suyas. Es violar un pacto que iniciaron los hombres, pero que perpetuamos todos. La mujer vigila que el pacto se cumpla, y castiga a la infractora con la burla, el rechazo, o el ostracismo. El hombre, en cambio, anhela que rompa el pacto, pero cuando lo hace la tilda de puta."

"La mujer somete a la infractora a la burla para desacreditar la amenaza que representa. El hombre tilda a la infractora de puta para desacreditarla como juez. El hombre teme el juicio de la mujer fácil. Si una mujer ha estado con muchos hombres diferentes, puede juzgarlo a él, y por lo tanto, puede poner en riesgo su masculinidad. La mujer virgen no ha estado con nadie y el hombre junto a ella se siente seguro. La mujer es peligrosa para el hombre en cuanto a que lo juzga. Tildar a una mujer de puta es descalificar su argumento a priori. La mujer es peligrosa para la mujer en cuanto a que aniquila su atractivo. Tildar a una mujer que se exhibe de puta es para ambos una manera de protegerse."

"No es casual que todas estas diosas estén representadas por sus tetas. Las tetas eran el máximo símbolo de la fertilidad. Las tetas de la mujer eran la fuente de su poder, pero no en cuanto a que el hombre no puede resistirse a ella, sino en cuanto a que es ella quien le da la vida al hombre. Si la mujer es quien da la vida, y quien la quita, el hombre siempre estará sujeto a ella. El hombre es secundario. Sólo existe después de la mujer."

"Putificar significa degradar o burlarse de otra mujer por su conducta sexual. Las excusas para putificar a otra mujer son muchas. Se le putifica por usar ropa ajustada o reveladora, por disfrutar del sexo, por tener sexo con frecuencia, o con varias personas, o incluso se le puede putificar porque existe un rumor sobre ella. No siempre se le putifica implicando que es una puta. Se puede hacer de una manera más sutil implicando que por su conducta sexual es tonta, superficial, o machista, o cualquier otra cosa negativa."

"Una persona que putifica a otra cree que está castigándola solamente a ella, pero dado que la putificación se hace en público, el mensaje es para todos y es el siguiente: una mujer que disfruta de su sexualidad es mala, participar en actividades sexuales es malo, la mujer debe cubrirse. O mi favorito: nadie quiere a una mujer que es una puta."

"Tus tetas son tuyas. Te hacen mujer con todo lo que eso significa. Las tetas te dan tu poder. Ellas simbolizan tu fertilidad, tu conexión con la naturaleza, tu lugar en el mundo. En ellas se plasma tu poder de dar la vida. No renuncies a tu poder sin dar una buena pelea."

http://acapulco70.com/mis-tetas-y-yo/

martes, 13 de agosto de 2013

Nelly- Roberto Kazán


Qué jóvenes éramos y cuántos sueños echados por la borda. Ambos queríamos ser escritores. Tus letras eran sencillas, complacientes, sinceras; las mías siempre terminaban vueltas un imperdonable subterfugio.

Nos conocimos no sé cómo, o tal vez sí sepa pero no lo quiero recordar. Fue en una cafebrería. Ese día cantaba temas sin dedicatoria a personas que no conocían mi trabajo. Era un extraño para el mundo, menos para ti…

Nelly, que bello fue descubrir tu cuerpo aquella primera vez, sí, era de noche, pero no lo parecía. El clima contigo siempre fue llameante, súbito, nostálgico. Eres la combinación perfecta de cachondería y ternura. Tan amarga como el café, tan dulce como la canela.

Terminó mi ronda de canciones, apareciste con una cámara en la mano y una sonrisa exacta. Una de tus amigas nos retrató. Me tomaste la mano y con ella tantas cosas indefinibles.

Pediste dos canciones más. Las interpreté en medida de lo posible. Es cierto, nunca tuve una gran voz, pero nunca me lo hiciste saber, no sé si por cortesía o porque preferías mis gritos de placer en tu departamento, ese refugio que teníamos para la locura, para el amor, para las recetas de cocina vegetariana que no me gustaba probar.

Debes saber que te quise más allá de ese espacio que compartimos tantas veces, esos besos que nos dimos cegados por la profunda oscuridad; que te quise más allá de tu entrega corpórea, de la marea púrpura que nos cubría del inexistente frío toda la noche, de nuestros pudores y resacas, de las preguntas absurdas de quienes nos sabían ahí, entregándonos, haciéndonos cenizas, humo, esfumando nuestras conciencias con cada caricia, con cada intento fallido por respirar completamente.

Aún te pienso, si te lo preguntas.

Nelly, no sabes lo difícil que es encontrar a alguien tan libre como tú, que lo mismo da la hora que su tiempo. Libertaria y libertina, amante, amada, amadora.

Hoy no sé dónde estás ni quién eres. Aún conservo los boletos del autobús que me dejaba en la puerta de tu hogar, nuestro hogar. Todavía recuerdo con fervor religioso tus medias negras y ese vestido verde que seguro ahora está en la basura, pues lo dejamos inutilizable; tus bragas grises que tan bien se moldeaban a tus caderas, tus palabras entre penetraciones, la habitación rosa con un árbol dibujado, tus Converse rotos, tu librero atiborrado con obras de Paulo Coelho (dime, ¿qué te gusta de ese tipo?), tu templo… mis ruinas.

Para qué negarlo, Nelly, aunque me haya largado dejaste mucho en mí, las cicatrices que dejaste en mis piernas sólo son el reflejo mínimo de lo que hiciste en mi cabeza.


Ahora sé que hay más en tu vida,  subieron bastante tus divisas y eso me consume, me enferma, me toca lo profundo. Me desgarra saber que ese cabrón te desflora con mejores virtudes, con mejores argumentos. ¿Tú lo amas, Nelly? ¿Todos tus textos eróticos son para él?, porque de ser así él te merece en demasía pues supo matar ese cáncer que te consumía las entrañas, ese que no te dejaba plasmar todas las letras que callaste cuando estuvimos juntos. ¡Lo has logrado!, eres y serás una gran hacedora de historias, capaz de entregarte cual si hubiera sólo un día para amar, mientras yo he de seguir en este subterfugio, evitando confrontar el hecho de que te he perdido. 

lunes, 12 de agosto de 2013

Desnuda y en la playa- Roberto Kazán

Imagen Robilan Prado
Definitivamente no eres una sirena aunque tu piel de tonalidades arena pudiera decir lo contrario. En lugar de una gran aleta verde, tienes dos hermosas piernas, delgadas, largas, torneadas, de una suave infinitud.

Desnuda desde el amanecer hasta el ocaso. Es de noche y las horas pasan sin saber a dónde van. Tú estás ahí, con ellas, conmigo, con la fresca revoltura del mar, con el estruendo que hacen las olas al romper cuando chocan entre sí, como pretendemos hacerlo ahora nosotros.

La oscuridad es reina y nos dedicaremos a honrarla, a hacerle reverencia en una fiesta donde las pieles son más que dos pedazos de cuero joven.

Negrura es todo lo que puede percibirse. Frente a ti y a mí un monstruo inquieto espera el primer movimiento, es un ajedrecista que clava la mirada en los desdichados peones de marfil, de madera, de huesos, carne y bajas pasiones que serán sacrificados.

Abrimos las bocas y nos tragamos en la orilla de la playa, el demonio nos besa los pies mientras permanecemos parados aunque no sea por mucho. Trata de engullirnos  envolviendo nuestras piernas con su lengua húmeda. Nos derriba y me desnuda. Se lleva las cáscaras de lo que soy cuando no estoy contigo. Nosotros seguimos el baile, el  idilio; seguimos --sin pensarlo- nuestro erótico encuentro.

Posa sus ojos de luna hiriente encima de nosotros. No hay luz más cegadora  que la que irradias de entre tu sexo decorado con algas pardas,  con coral. Nada me absuelve más que tus enormes senos piñones,  tu vientre que no es confuso, tus dedos alborotados,  tu voz perfecta, tenue, sumisa, clara, tan clara como tus gesticulaciones al pasar mi barba y mi nariz cerca de tu culo redondo, prominente, balsámico.

Somos arrastrados lentamente pero eso no importa. Ya tumbados, bebo al mismo tiempo de ti y del mar, de ese inmenso mar que no se acerca para nada a tu salinidad, a lo deliciosa que eres, a lo mucho que me excita lastimarte, verte gemir y gritar mientras cierras los ojos y los puños, y pellizcas la arena con los pies cual cangrejo que trae las marejadas.

Eres mía y estás aquí, en cueros, sólo cobijada por la marea temperamental y mis manos que te acarician el clítoris a la par de tus labios que surcan maliciosamente desde mi glande y hasta base de mi verga con besos que para nada son tímidos.

El tiempo es espectador, voyerista que se autocomplace al ver a la nada consumiéndonos, volviéndonos fósiles marinos, preservados por estas letras que narrarán una y otra vez la escena en donde veo tus tetas correr con las aguas, atrapando los minutos como clepsidras mientras me dices palabras que no olvidaré, mientras te acaricio vorazmente, como la furia del atrabancado viento, del imponente mar; sin darnos cuenta que éste ha comenzado a hundirnos lentamente en medio de un suspiro inconcluso, de una pasión que en esta vida habrá de quedarse parca.







sábado, 10 de agosto de 2013

A media luz

Tarde gris y fría allá afuera. Adentro, media luz, música suave, tus ojos reencontrándose en los míos y viceversa, el aire cálido de tu cuarto, besos que van y vienen, caricias que estremecen, ropas que empiezan a caer...
Tú y yo, cuando el mundo se reduce a ese espacio, a ese instante tan delicioso. Los besos apasionados, nuestras lenguas entrelazándose, explorándose, redescubriéndose, para luego bajar por el cuello antes acariciado y hacer parada con un suave mordisqueo a la altura del hombro, mientras acercamos nuestros cuerpos más y más, hasta sentir que la excitación empieza a aparecer. El punto de partida: La cama.

Ya acostados, tus manos despliegan su arte sobre mí, recorriéndome la piel de norte a sur, mientras siento como pequeñas descargas eléctricas placenteras. Mientras más bajan tus manos, tu boca va siguiéndolas con cierto margen de distancia. Ahí están mis senos, esperando ansiosos la humedad de tu lengua, en lo que tu brazo izquierdo empieza a rodearme y tu mano derecha hace lo que mejor sabe hacer, rozándome y tocándome una y otra vez - a veces suave, a veces fuerte - en el sur de mi anatomía, cuando empiezas a percibir que mi excitación va en aumento, que los gemidos inicialmente leves empiezan a aumentar el volumen y las revoluciones. Es en ese momento donde tu lengua detiene su labor, para dedicarte a mirarme; y sin que tu mano derecha se detenga en lo que está haciendo, me miras extasiado en el momento en que mis gemidos casi se han convertido en gritos entrecortados y mi cuerpo ya no tiene control sobre sí mismo, porque ahora lo controlas totalmente tú. Te encanta sentir que tienes el control y te das el lujo de hacerme esperar un poco, mientras yo me inundo y te pido con desesperación que me salves, que entres en mí, y te digo en ese momento que no quiero nada más que tenerte adentro, sentir que te mueves, que navegas en mí, que me llenas, que nos acoplamos a la perfección, como si hubiésemos sido creados coincidentemente el uno para el otro. Te decides por fin a invadirme y nuestro mundo se convierte en paraíso.

De pronto tu piel se enciende, tus ojos me muestran minutos más tarde, que tú también estás llegando al momento cumbre. Se te ahoga un gemido en la garganta, pero le sigue otro mucho más fuerte, más claro, más sublime, que se dispara cual sonido envolvente. Se nos escucha en todo el piso, o tal vez en todo el edificio... no lo sabemos. Es un edificio antiguo, de techos altos, hay mucho eco.
Por un momento me imagino a tu vecina oyéndonos al otro lado de la pared, masturbándose y cerrando los ojos mientras te desea y se imagina que eres tú quien se la coje, que es ella la que goza cada segundo de tu arte de amar, mientras sus hijos están en la escuela y su marido, aquel caballero muy correcto y muy decente - que probablemente hace meses ni siquiera la toca - está trabajando para mantener a la familia.

Y así se nos pasa la tarde, una sesión de amor tras otra, en la cama, en la alfombra, en la cocina, en la sala, en el baño. Apenas unos minutos de receso para recuperar un poco de aire y descansar los músculos, y empezar otra vez. Tú sí que sabes lo que quiero. Soy un poco exigente, y aunque hay cierta diferencia de edades, te acoplas muy bien y sin problema a mi ritmo.

Después una ducha tibia y relajante, una conversación interesante y música en francés de fondo, mientras nos secamos y empezamos a vestirnos, nos bromeamos un poco, nos sonreímos, nos alistamos para salir a andar un rato por el centro. Salimos del brazo, cerramos la puerta. Caminamos en dirección de las escaleras, mientras nos miramos tiernamente y nos reímos; y la vecina, de pie en su puerta, nos queda mirando un tanto rabiosa, como si se le hubiese quedado un orgasmo a medio camino, incompleto.
Casi llegando al primer piso, nos cruzamos con el portero, quien nos saluda con una sonrisa maliciosa, como si toda la tarde nos hubiese estado escuchando detrás de tu puerta, desde el exterior. Le devolvemos el saludo y salimos raudos, felices y tomados de la mano, como niños curiosos a recorrer la ciudad.

- Dhanaisha -


* Imagen prestadita de la peli "El último tango en París"

viernes, 9 de agosto de 2013

Amor e sexo

Amor é um livro
sexo é esporte
sexo é escolha
amor é sorte
Amor é pensamento, teorema
amor é novela
sexo é cinema
Sexo é imaginação, fantasia
amor é prosa
sexo é poesia
O amor nos torna patéticos
sexo é uma selva de epiléticos
Amor é cristão
sexo é pagão
amor é latifúndio
sexo é invasão
amor é divino
sexo é animal
amor é bossa nova
sexo é carnaval
Amor é para sempre
sexo também
sexo é do bom...
amor é do bem...
Amor sem sexo,
é amizade
sexo sem amor,
é vontade
Amor é um
sexo é dois
sexo antes,
amor depois
Sexo vem dos outros,
e vai embora
amor vem de nós,
e demora
Amor é cristão
sexo é pagão
amor é latifúndio
sexo é invasão
amor é divino
sexo é animal
amor é bossa nova
sexo é carnaval
Amor é isso,
sexo é aquilo
e coisa e tal...
e tal e coisa...


- Rita Lee -

 

jueves, 8 de agosto de 2013

MI ESTADO CIVIL: AMAnte

-Hola ¿cómo estás?
-Bien y tú?
-Muy bien gracias! Te presento a mi AMAnte.

Las expresiones de la gente "¿Me estás jodiendo?" son un poema!

"Googleando" los conceptos, es duro encontrarse con lo siguiente:

Esposas:
a.- f. pl. Manillas de hierro a modo de pulseras o aros con que se sujeta a los presos por las muñecas. (1)
b.- s. f. pl. Objeto formado por dos anillas de metal que se abren y se cierran, que están unidas entre sí por una cadena y que sirven para sujetar por las muñecas a los presos. (2)
c.- Las esposas o grilletes son un dispositivo de seguridad diseñado para mantener juntas las muñecas de un individuo. (3)

FINALMENTE Wikipedia nos presenta otro "uso" del concepto:

"Los esponsales son la promesa de matrimonio mutuamente aceptada; quienes contraen esponsales son esposos (esposo y esposa). Jurídicamente, los esponsales son un contrato, de naturaleza preparatoria, ya que conducen al contrato definitivo del matrimonio." (4)

Sin embargo, irónicamente hablando, cuando buscas el concepto de "Esposo" de manera inmediata aparece como persona que ha contraído esponsales y también "persona casada con respeto a su cónyugue" (5).... pero, en la práctica, ¿ésto último, es verdad?, ¿es sincera y real esta apreciación? Vamos! Hablando desde los conceptos de "respeto", ¿realmente es necesario casarse para ostentar respeto? Si un día mi pareja me dice "cielo, me gusta alguien y la deseo" con toda la honestidad del caso, ¿realmente me está irrespetando? Para mí el IRRESPETO proviene del ENGAÑO y en este caso, no me irrespeta. A partir de allí, ambos responsables de sus decisiones, se vale si cada quien lo acepta o no, pero hay una fidelidad real desde el comienzo.

No quiero caer en aquellas estadísticas sobre qué genero es el más infiel, porque no quiero engañar. Quiero partir desde el principio de la fidelidad hacia nuestro amor propio de estar con quien queremos estar, desde cualquier tipo de relación que pueda sobrepasar los cánones hipócritas de una sociedad que te obliga, en la mayoría de los casos, a mostrar lo contrario a lo que adentro de nosotros gotea y gotea.

Ahora, veamos el concepto de AMAnte (Nótese las letras que vengo resaltando de esta hermosa palabra): definido por la RAE (6)
1. adj. Que ama. U. t. c. s.

2. adj. Se dice de las cosas en que se manifiesta el amor o que se refieren a él.

3. m. pl. Hombre y mujer que se aman.

Hasta un concepto más superficial, por llamarlo de alguna manera, diferencia en la práctica a una "esposa":

"Persona que tiene relaciones sexuales periódicas con otra sin estar casados" ¿Periódicas?... Ok.

PIENSO:

- Así como se toma la decisión de casarse, de vivir en pareja bajo un mismo techo, ¿qué tal si me deciso ser AMAnte?

-Por qué se les llama AMAnte con quien compartes el amor desde la espontaneidad y el deseo pero a escondidas y no a quien, se supone, que amas ante la sociedad? Muy patriarcal esto!!

Desde la más profunda honestidad, luego de casarme por la igesia (Oh si! me casé por la iglesia con mantilla española, cola grande y Ave María!), vivir en concubinato; HOY sentirme AMAnte en el sentido LITERAL de la palabra es liberador.

Estoy segura que si las relaciones cambiaran los prejuicios y comenzáramos a sentirnos y presentarnos como AMAntes, que "esposos o esposas" (me niego nuevamente a ser "esposa" de alguien) el amor se diera con más fluidez y hasta ese sexo "periódico" volvería a nuestro lecho con las frecuencias que los esposales añoran.

Comiencen por jugar "Piedra, papel y me besas" y terminarán horizontalizados divinamente... siempre!

Reitero, MI ESTADO CIVIL: AMAnte

(1) http://www.wordreference.com/definicion/esposas
(2) http://es.thefreedictionary.com/esposas
(3) http://es.wikipedia.org/wiki/Esposas
(4) http://es.wikipedia.org/wiki/Esposa
(5) http://www.wordreference.com/definicion/esposo
(6) http://www.wordreference.com/es/en/frames.asp?es=amante

lunes, 5 de agosto de 2013

Propuesta

Tengo que admitir que su propuesta me tomó por sorpresa, no porque un desconocido me pidiera que tuviéramos sexo (de esos hay a la vuelta de la esquina), fue más bien por el gesto con que me gustaba pensarlo, tanta seriedad que desbordaba que me hacía creer que era un mojigato, sin embargo estaba allí, pidiéndome que tuviéramos encuentros sexuales del tipo “casual”. No dudé en negarme a su propuesta y la verdad es que tuve motivos para hacerlo. Como fuera, me quedé un poco inquieta con esa propuesta inesperada y lo admito, claro que quería acostarme con él.
Los días siguientes fueron extraños, por alguna desconocida razón, su manera de ser tan visceral me provocaba un desconcertante deseo que, con lo ocurrido, se volvía una explosión que nunca antes había experimentado y es que, muchas veces he deseado a hombres por diversas razones, en esta ocasión, a él lo deseaba por su actitud y su cerebro que irradiaba inteligencia.

En muchos momentos me descubrí pensando en él y en lo nuevo que me parecía y, sobre todo, me encantaba imaginar que era un excelente amante, quizá el mejor que nunca he tenido, ahora entendía ese fetiche de los hombres por encontrarse con mujeres con cara de inocencia y que en la cama fueran unas completas putas. Me imaginaba a este hombre explicándome con cara de pureza cómo es que mi cuerpo podía sentir multiorgasmos.

Decididamente, un día lo busqué y me ofrecí a ser la que cumpliera sus caprichos. De un momento a otro me volvió loca. No veía la hora de encerrarlo en una habitación, de tocar su cuerpo caucásico, de empezar a descubrirlo, se volvía un semental a puerta cerrada y me decía cosas perversas al oído.

Con él los cafés tomaron un nuevo sentido, nadie notaba sus manos bajo el mantel en mi entrepierna, sus dedos eran hábiles y se internaban en mi cuerpo, entre las calles de la ciudad, en los baños de los bares, a escondidas y cínicamente. Me encantaba sentirme completamente húmeda mientras lo relajaba y le enseñaba que soy adicta a los juegos félicos, me volví partidaria de él y de la miel que emana su ser, lechosa y salada. Una y otra vez su lengua recorría mi espalda, me arrancaba la ropa y me incitaba a hacer cosas que con nadie más he hecho. Era fácil encontrarme en el trabajo pensando en él, en la comida, en medio de pláticas que no tenían nada que ver y que terminaba por ignorar, esperaba ansiosa cada uno de nuestros encuentros en un mundo de morbo y complacencia completa.

Tan lampiño y lacio marcaba líneas en mis piernas, se instalaba en mi cintura que es sensible al calor y me decía:

¡Mírela, que bien hace su trabajo señorita!

Yo me volvía loca, con su ortografía perfecta, sus manos bonitas y todos sus pensamientos opuestos a los míos. No, nunca antes me gustó un hombre así.

-Esa parte que usted está tocando actúa ante la excitación de tal forma porque existe una reacción química que va desde la piel hasta el cerebro…

Me mordía los labios en ese momento, frente a él y frente a quien estuviera cada vez que lo recordaba. Era fácil, muy fácil mojarme sin siquiera tocarme, únicamente con él en mis pensamientos y por la noche me masturbaba pensando que estaba a mi lado, que no se inmutaba ante mi cuerpo desnudo y que yo debía hacer más que lo “usual” para que sus ojos se encendieran. Esos días fueron una locura, me producía sueños eróticos y cada encuentro nuestro terminaba en una ola de placer.

Hoy, su llamada me tomó por sorpresa, llevamos un tiempo sin vernos y no me ha quedado más opción que ponerme bragas pequeñas y los labios muy rojos. Llevo prisa, al placer no se le debe hacer esperar.



Canelita

Marilyn Monroe, símbolo sexual y poeta.



  Vida        

Soy como tú contradictoria
más viva con la escarcha
resistente como una tela de araña al viento
colgando boca abajo casi siempre
aguantando de alguna manera
esos rayos condensados reflejan los colores
que he visto en los cuadros
ay vida
cómo te han engañado

más delgada que un hilo de una tela de araña
más pura que ninguna

pero se sostuvo a sí misma
se agarró con fuerza durante el vendaval
se quemó en las crepitantes llamas

vida
algunas veces
soy contradictoria como tú

de alguna manera aguanto colgando boca abajo la mayor parte del tiempo
mientras tus fuerzas contradictorias tironean de mí

Canción triste

Tengo una lágrima colgando
sobre mi cerveza
que no termina de caer.
Está mal que
me sienta morir
cuando contemplo lo que he vivido.
Un mínimo alivio
a tamaño dolor
sería suficiente
como clavo ardiente
al que agarrarme.
Es estupendo estar vivo.
Me dicen, sí, que soy afortunada por estar viva
¡pero es tan difícil sentirlo
cuando todo
me hace daño!

Al sauce llorón

Me paré bajo tus ramas
hasta que floreciste
y te abrazaste a mí

y cuando el viento desató
la tierra
y la arena
te abrazaste a mí 

domingo, 4 de agosto de 2013

jueves, 1 de agosto de 2013

Postrer Deseo

Cuando ya se acabe el mundo,
entonces ya no me preocuparé:

Solo

esperaré aquí a la muerte
y en las minas de la suerte

solo

a ti te encontraré
y antes de que todo acabe
y no tengamos más tiempo,





















te daré un beso profundo.


Eduardo Parra 31/05/95

Continuación del amanecer de un viernes cualquiera ( II )




Abrí los ojos de pronto
con lágrimas de sangre,
del recuerdo de antiguos
ultrajes…
y sólo deseé
desvanecer mis demonios
para ir tras de ti
y vivir bajo tu condición
de amante en extinción,
sobre tu cama, bajo tu techo
entre lunas y soles
de paraísos inmortales.

- Dhanaisha -