no diga más palabras que no sean
aquellas que parezcan atrevidas,
poco me importa si son las obscenas,
a fin de cuentas yo no soy un ángel
y eso no va a quitarte que lo seas.
Al menos en mi cielo y en mi mundo,
al menos en mis noches sin estrellas
dí todo lo que simplemente sientas
y olvida ese maldito mundo fuera.
Quiero que tus manos
se embriaguen del olor de mis laderas
y bailen una danza de caricias,
añade puntaditas, uñas fieras,
poco me importa si no es lo correcto,
correcto es que lo adoro y tú lo quieras.
Destierra de tu mente los prejuicios
de aquellos que se aman como ceras
con la teatralidad de las novelas
y olvida ese maldito,
maldito mundo fuera en nuestra intimidad.
No quiero ni amigos, ni enemigos
no más,
no quiero reuniones, convenciones, que va
sólo te quiero a ti
y a ese ser tan raro que tengo por mí
en nuestra intimidad.
No quiero un indicio de formalidad
ni nada que ate nuestra libertad,
que llegue el placer
tal y como reclama el instinto animal.
Quiero tu cultura
como a mil años luz de nuestro cuarto
y en ese punto cruel del infinito
la mía desde ayer te está esperando,
suponme incauto e indefenso,
esclavo de tu amor, bestializado.
Te quiero con la fuerza de la tierra,
la fuerza de planetas y los astros
a donde irremediablemente vamos,
y olvida ese maldito, maldito mundo fuera
en nuestra intimidad.
- Buena Fe -
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